El Internet de las cosas (conocido como IoT) ya es una realidad, y está transformando para siempre la forma en la que los seres conducen sus vidas.
Empecemos por poner los hechos en perspectiva. IoT se refiere a la capacidad de los objetos cotidianos (cosas) para conectarse a Internet, y también para enviar y recibir datos. Esta tecnología incluye enchufes, cámaras, bombillas, seguridad para el hogar y sistemas de control industrial. Se estima que el número total de dispositivos conectados alcanzó los 8.400 millones en 2017, y que para el año 2020, se prevé que esta cifra trascienda los 20 millones.
Debido a que un gran número de despliegues IoT se componen por cientos de miles o millones de dispositivos, es esencial rastrear, monitorear y administrar eficientemente la mayoría de los equipos conectados. Son muchos los desafíos que pueden obstaculizar la debida implementación de un sistema IoT y la de sus dispositivos vinculados, entre los que se incluyen la seguridad, interoperabilidad, capacidad de procesamiento /potencia, al igual que su escalabilidad y disponibilidad. Muchos estos desafíos se pueden abordar a través de la gestión de dispositivos IoT, ya sea al adoptar protocolos estándar o utilizar los servicios ofrecidos por un proveedor.
La gestión de dispositivos, un factor crítico para el éxito del IoT
La gestión de dispositivos permite a las empresas integrar, organizar, monitorear y controlar a gran escala y en forma remota los dispositivos con acceso a Internet, para lo cual se basa en funciones clave destinadas a mantener la debida operación, conectividad y seguridad durante todo el ciclo de vida de cada componente IoT integrado.
Debe existir un entorno seguro para que los usuarios puedan incluir los atributos del dispositivo en la nube, tales como el nombre, tipo y año de fabricación, certificados y normas de accesibilidad al registro de IoT. La integración expedita es fundamental cuando se trata de poner en marcha y mantener los dispositivos funcionando con toda fluidez dentro de las redes a las que pertenecen.
Las características clave que inciden en la gestión adecuada de dispositivos en la nube son:
- Registro o creación del perfil
- Seguridad de la información
- Autenticación/autorización
- Configuración
- Control de acceso
- Monitoreo y diagnóstico
- Identificación/solución de problemas
- Actualización del firmware
